Durante siglos, las tribus beréberes del suroeste de Marruecos han recurrido al aceite de argán. Recientes análisis químicos confirman las valiosas propiedades dermatológicas de este aceite compuesto de ácidos grasos no saturados, ácido alfalinolénico oleico y vitamina E, con propiedades antioxidantes que nutren y ralentizan el envejecimiento cutáneo.
Se produce a partir de la nuez del fruto del El argán (argania espinosa), es como un dátil verdiamarillo, de lentísimo crecimiento tarda de cinco a seis años en dar su primer fruto.
Este producto, apreciado por su efecto anti-aging por la gran cantidad de antioxidantes y sus poderes curativos, permite preservar la piel y el cabello de las agresiones externas dando nutriendo la piel y favoreciendo la elasticidad. También las uñas se ven beneficiadas por las propiedades de este aceite que mezclado con unas gotas de limón las blanquea, refuerza y evita roturas.
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